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Regulación nacional del sector Wellness.
Durante los últimos años el desarrollo del sector wellness han sido espectacular. La creación de nuevos spas, aperturas de hoteles con novedosos centros wellness, proliferación de spas urbanos, reapertura y modernización de balnearios ha servido para disponer una oferta amplia de turismo de salud y bienestar para unos clientes- usuarios que necesitan cuidarse y que demandan cada vez un mayor número de servicios y prestaciones.
Pero con este aumento de oferta, los profesionales han visto que, la falta de regulación del sector provoca que muchos centros publiciten sus servicios no ajustándose a la realidad de las necesarias prestaciones que un spa, balneario o centro thalasso ofrece a sus clientes.
Muchas son las veces que se informa mal y eso conlleva a una confusión al cliente, que no sabe distinguir las características del hotel- spa donde acude, o que en realidad no cubre sus expectativas una vez que ha optado por un centro determinado, con la consiguiente decepción por los servicios ofertados.
Además se ha de tener en cuenta que provoca una competencia desleal entre el sector, se ofrecen servicios spas que no lo son, y eso conlleva pérdidas de clientes y ventas a corto plazo y una desvalorización del servicio prestado a largo plazo. El daño en definitiva, es para todo el sector, por una falta de regularización del mismo.
Es evidente que el sector wellness es un sector incipiente y que todavía queda mucho por hacer. Pero todavía es mucho más evidente el potencial de crecimiento que el sector de bienestar alberga. Y ello conduce inevitablemente a la regularización del sector. Necesitamos la normativa que dé por zanjada cualquier confusión o engaño con el consiguiente perjuicio para profesionales y usuarios, y que por asociación perjudica también a la industria hotelera.
Es un reto por tanto profesionalizar el sector y por supuesto, la formación y la especialización, es un reto para la industria del wellness.
En Francia se creó la Asociación de Spa y Profesionales Wellness, una asociación sin ánimo de lucro y vocación pública que aglutina a diferentes profesionales del mundo spa y wellness y en la que uno de sus principales objetivos es el de crear una referencia de calidad entre los Spa existentes.
En dicha Asociación participan un amplio abanico de profesionales, de la industria hotelera, spa manager, empresas de formación, consultorías, ingeniería, masajes, etc… y que son un grupo de reflexión y autocrítica amplio y diverso que plantea ofrecer una garantía real de calidad para el cliente.
Hemos hablado de calidad, pero ¿Quién define calidad? Los parámetros que se utilizan son distintos y el beneficio de dichas clasificaciones es pocas veces bilateral. Casi todas las iniciativas, ya sea club de productos, sellos de calidad, establecen unas premisas que son diferentes según comunidades autónomas en algunas materias, con lo que la confusión aumenta para el usuario.
La calidad además ¿la percibe el cliente? En este aspecto, el usuario actúa de una manera personal y subjetiva y su percepción de la calidad es diferente que lo que puede ofrecer un hotel. Al final es el cliente el que decide, y hasta que no tenemos claro quien es nuestro cliente con sus mil facetas, tampoco aclararemos parámetros de calidad suficientemente válidos y así será difícil regularizar esta situación actual de confusión.
Los profesionales necesitan que se defienda el sector y se proteja. Se han de clarificar conceptos, con información real al alcance de todos, y especificar los protocolos de actuación de los profesionales, como garantía del buen hacer dentro de la profesión.
Ante estas necesidades del sector y las opiniones de regularizar y proteger a los profesionales del mundo wellness es por lo que se ha puesto en marcha la Asociación Española de Spa Manager
¿Qué se pretende?
Velar para conseguir la excelencia en los profesionales del sector, es decir, potenciar la formación, compartir experiencias entre spa manager y solventar inquietudes que afectan al desarrollo del spa.
Cooperar entre todos los agentes para conseguir la excelencia y la mejor oferta al cliente de salud y bienestar. Aquí se incluye mejora de calidad de servicios y clarificación de conceptos.
Organización de encuentros entre los profesionales para compartir experiencias y plantear ante organismos superiores las necesidades del sector y buscar soluciones a las problemáticas que se viven en el día a día.
En definitiva, ser un punto de encuentro para los profesionales, donde poder dignificar su trabajo y defender la actuación de un sector con un gran potencial de desarrollo e innovación.